Portugal es siempre es una excelente opción para hacer una escapada en Semana Santa. Si tenéis dudas de a dónde ir, yo os recomiendo Braga, tiene una zona vieja preciosa y llena de vida, tanto durante el día como por la noche. Está repleta de restaurantes tradicionales, donde se puede degustar a muy buen precio el típico bacalao al estilo Braga o las tradicionales francesinhas portuguesas.
No dejéis de haceros una foto en el arco de Porta Nova, visitar su catedral, la más antigua del país o tomaros un café en La Brasileira. Además, por menos de un euro podéis disfrutar en muchos bares de la cerveza autóctona por excelencia, la Super Bock, suave y muy rica.
Otras visitas imprescindibles son la Casa do Raio, los jardines de Santa Bárbara y los santuarios de Nosa Señora de Sameiro y Bom Jesus do Monte. Además, Braga está inundada de iglesias decoradas con los míticos azulejos pintados lusos, de hecho, dicen que es la ciudad portuguesa con más iglesias. Podéis aprovechar la visita a Braga para acercaros a Guimaraes, otro precioso lugar que merece la pena conocer.
Arco de Porta Nova
Sé Catedral
